El corazón de una mujer virtuosa
Objetivo: reconocer que solo haciendo cosas vamos a aprovechar las oportunidades de la vida.
Base bíblica: Proverbios 31:10-31.
Texto a memorizar: Efesios 1:4-6.
(Leemos juntas el pasaje.)
La sesión de hoy nos habla de un tipo de mujer con muchas virtudes. ¿Existen personas así en estos tiempos? Por supuesto que sí. Están aquí reunidas con nosotros. Esta mujer de proverbios tiene tantas habilidades como cada una de nosotras. Sí mujer, créelo, eres virtuosa. Ella es visionaria, previsora, diligente, muy trabajadora, negociante, cuida sus posesiones, no desatiende nada, siempre está velando por su familia, es valiente, se viste bien y con lo mejor el lino. Sus hijos la llaman bienaventurada y su marido la alaba.
Preguntémonos, ¿yo cómo me veo? ¿Cómo me ven los demás? La protagonista del pasaje de hoy siempre se encontraba ocupada, era amiga de la economía y por ello tenía heredades. Era buena negociante. Proverbios la describe como fuerte y esforzada, preocupada por su familia. Aun si la golpeaban las dificultades ella sabía cómo salir adelante. También era generosa con los pobres.
Su boca siempre se habría para que de sus labios salieran palabras de sabiduría, no era despiadada y consideraba sus caminos. Tal era su actitud que su familia le reconocía su trabajo. Hay un punto especial aquí que debemos tomar en cuenta. “La mujer que teme a Dios esa será alabada”, porque su fuerza venía de Dios para hacer y ser todo esto. Ella honra y se regocija en Dios y ahí está la fuente de su fortaleza. Cada una de nosotras somos de gran valor porque fuimos diseñadas por las manos de un creador maravilloso.
Ya tenemos la gracia de dios y sí, somos mujeres virtuosas. Tu familia te reconoce y también te alaba. Y no solo te queda el admirar a la mujer de proverbios. Siéntete a la par de ella. Tú reto es seguir avanzando y creyendo que todo lo puedes en Cristo que te fortalece.
Oración. Gracias Dios porque nos hiciste mujeres de virtudes, habilidades y talentos, con aspiraciones, sueños y metas para alcanzar nuestro propósito en esta tierra reconociendo que sin ti nada podemos hacer. Gracias por nuestra familia, por nuestro trabajo, por nuestros bienes, pero sobre todo por tu gran amor. Gracias porque sabemos que nos darás los caminos, avenidas adecuadas para alcanzar hacia el éxito.
Base bíblica: Proverbios 31:10-31.
Texto a memorizar: Efesios 1:4-6.
(Leemos juntas el pasaje.)
La sesión de hoy nos habla de un tipo de mujer con muchas virtudes. ¿Existen personas así en estos tiempos? Por supuesto que sí. Están aquí reunidas con nosotros. Esta mujer de proverbios tiene tantas habilidades como cada una de nosotras. Sí mujer, créelo, eres virtuosa. Ella es visionaria, previsora, diligente, muy trabajadora, negociante, cuida sus posesiones, no desatiende nada, siempre está velando por su familia, es valiente, se viste bien y con lo mejor el lino. Sus hijos la llaman bienaventurada y su marido la alaba.
Preguntémonos, ¿yo cómo me veo? ¿Cómo me ven los demás? La protagonista del pasaje de hoy siempre se encontraba ocupada, era amiga de la economía y por ello tenía heredades. Era buena negociante. Proverbios la describe como fuerte y esforzada, preocupada por su familia. Aun si la golpeaban las dificultades ella sabía cómo salir adelante. También era generosa con los pobres.
Su boca siempre se habría para que de sus labios salieran palabras de sabiduría, no era despiadada y consideraba sus caminos. Tal era su actitud que su familia le reconocía su trabajo. Hay un punto especial aquí que debemos tomar en cuenta. “La mujer que teme a Dios esa será alabada”, porque su fuerza venía de Dios para hacer y ser todo esto. Ella honra y se regocija en Dios y ahí está la fuente de su fortaleza. Cada una de nosotras somos de gran valor porque fuimos diseñadas por las manos de un creador maravilloso.
Ya tenemos la gracia de dios y sí, somos mujeres virtuosas. Tu familia te reconoce y también te alaba. Y no solo te queda el admirar a la mujer de proverbios. Siéntete a la par de ella. Tú reto es seguir avanzando y creyendo que todo lo puedes en Cristo que te fortalece.
Oración. Gracias Dios porque nos hiciste mujeres de virtudes, habilidades y talentos, con aspiraciones, sueños y metas para alcanzar nuestro propósito en esta tierra reconociendo que sin ti nada podemos hacer. Gracias por nuestra familia, por nuestro trabajo, por nuestros bienes, pero sobre todo por tu gran amor. Gracias porque sabemos que nos darás los caminos, avenidas adecuadas para alcanzar hacia el éxito.